El pasaje de 1 Corintios 15: 29 demandó reflexión teológica de muchos eruditos. Sin embargo, algunas variantes hermenéuticas
pueden arrojar mayor luz en cuanto al significado de este texto.
Daniel Scarone
EL 2 DE MAYO DE 1843 un grupo do personas atisbaba desde la ribera, escondido y silencioso, una curiosa ceremonia que
se realizaba en el río. Pronto comprendieron que era un bautismo. Dos religiosos oficiaban. Les llamó la atención que algunos
catecúmenos eran sumergidos varias veces. Alguien se unió al grupo de escondidos espectadores y les informó que lo que estaban
viendo era un bautismo por los muertos dedicado, especialmente a interceder por los que no tuvieron oportunidad de aceptar
en vida las doctrinas de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (o mormones). Callada y cautamente, el
grupo se acercó un poco más a la escena y escucharon varios nombres pronunciados por los clérigos oficiantes. Es imposible
imaginar la sorpresa que se apoderó de ellos cuando escucharon el nombre del famoso patriota norteamericano George Washington.1
Una peculiar interpretación del texto de 1 Corintios 15:29, dio lugar en el mormonismo a esta práctica ritual que se realiza
en los templos en favor de los muertos. A causa de esta práctica, notables hombres del pasado fueron unidos post mortem a
esta Iglesia.
Los mormones adoptan como fundamento de esta doctrina el texto que dice: De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan
por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos? (1 Cor. 15: 29).
Algunas interpretaciones posibles
Entre las interpretaciones más antiguas consideradas como posibles, se encuentra la sugerida por Foschini y que actualmente
se sostiene en ciertos círculos teológicos como la solución más probable. Esto autor propuso cambiar la puntuación, dividiendo
en dos la frase constitutiva del versículo y colocando una pequeña añadidura al texto original. En su propuesta, el versículo
se leería así: Si fuese de otro modo, ¿qué sacarán los que se bautizan? ¿[Se bautizan] por los muertos? Si en ninguna manera
los muertos resucitan, ¿por qué se bautizan? ¿[Se bautizan] por ellos?4 Según este enfoque, la interpretación que se desprendería
del texto no es la de un bautismo vicario por los muertos, sino que de no haber resurrección de los muertos, ¿para qué bautizarse?
El bautismo es un símbolo de la muerte y de la resurrección, pero si no hay resurrección tema principal y fundamental de 1
Corintios 15--, la representación de ese evento (el bautismo) no tiene sentido, y su significado es vacuo.
Una segunda corriente de interpretación busca considerar el pasaje dentro del contexto en el que se presenta, es decir
como una prueba más en favor de a resurrección. Según esta visión del texto, la expresión: De otro modo, o ... si fuese de
otro modo (versión Nácar-Colunga) con que se inicia este versículo, se referiría al argumento que se elabora entre los versículos
12 y 28, y que podría ser parafraseado como: Pero si no hay resurrección... En este esquema el vocablo bautismo es figurativo
y quiere decir: enfrentar riesgos, peligros y aun la muerte (Mat. 20: 22). Hoy se habla del bautismo de fuego de un soldado,
sin querer significar que sea sumergido dentro del fuego, sino que enfrenta, o enfrenté, su primera batalla.
Desde esta perspectiva, los que se bautizan se referiría a los apóstoles, quienes constantemente desafiaban la muerte
al proclamar la esperanza de la resurrección en un medio pagano y hostil (1 Cor. 4:9-13). Pablo relata su propia experiencia
diciendo: ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora? (1 Cor. 15:30). Los muertos a los que se hace referencia serían los
muertos cristianos de los versículos 12 a 18 y, potencialmente, todo cristiano que tenga una esperanza más allá de la muerte
(vers. 12 y l9).5 De acuerdo con esta interpretación, el significado del texto sería: Pero si no hay resurrección, ¿qué es
lo que están haciendo los mensajeros del Evangelio? ¿Acaso no están enfrentando la muerte por el bien de hombres que, de todos
modos, están destinados a perecer? Esta interpretación enfatiza la necedad del riesgo que se corre por predicar un Evangelio
que proclama una resurrección inexistente. Pero justamente, la certidumbre de la resurrección es lo que vigoriza su mensaje
evangélico.
El otro enfoque interpretativo sostiene que Pablo se está refiriendo a una costumbre herética, por la que los cristianos
vivos -no todos los creyentes corintios, sino un grupo herético- se bautizaban vicariamente por los familiares o amigos que
no recibieron el bautismo durante la vida. Tertuliano se refiere a los marcionitas, un grupo hereje del cristianismo primitivo
que practicaba el bautismo por los muertos.6 Pero debemos reconocer que esta interpretación surge de un presupuesto hasta
el momento indemostrable al menos por las fuentes históricas disponibles: que dicha práctica se remontaba a los tiempos de
San Pablo. Aunque esto fuera así, el apóstol, de ningún modo está favoreciendo esta enseñanza.
Dentro de esta perspectiva de análisis, otra variante que acepta la temprana aparición de esta desviación se detiene a
considerar que el apóstol, en este capítulo, usa expresiones como yo, mi, nosotros, vosotros cuando se refiere a sí mismo
(a Pablo) y a la iglesia (de Corinto). Pero cuando se refiere al bautismo por los muertos se produce un tránsito hacia la
tercera persona del plural: ¿Qué harán los que se bautizan por los muertos? En los versículos siguientes San Pablo vuelve
a utilizar la primera persona del singular y del plural. De este modo Pablo disociaría a los creyentes corintios, y a si mismo,
de un grupo herético que practicaba el bautismo vicario en favor de los difuntos.
Otra línea de análisis surge de la consideración de la expresión huper ton nekron. Este enfoque esboza una variante de
traducción de la cual brota, consecuentemente, una nueva lectura del significado. El concepto del bautismo vicario aparece
en una interpretación posible del vocablo huper que, entre otros significados, quiere decir en favor de. Si se aplica esta
traducción surge el bautismo por [en favor de] los muertos. Sin embargo, Arndt y Gingrich, en su léxico de vocablos griegos,
propone otra traducción posible, y aplicable en el genitivo, además de la anterior, y es considerar a huper en el sentido
de por respeto a o en consideración a, o por motivo de alguien.7
Desde esta posición cambia todo el enfoque del texto y también el sentido que tendría el mismo. Ya no aparece la lectura
de un bautismo vicario, sino un agradecimiento de os creyentes vivos por el ejemplo cristiano que brindaron en vida los que
ya murieron, pero que sus obras con ellos siguen (Apoc. 14: 13). Estos cristianos murieron, pero dejaron tras ellos una viva
influencia, y quienes los conocieron leyeron en esas cartas vivientes (2 Cor. 3:2) el Evangelio del Señor Jesucristo, y ahora
se bautizan por consideración a los muertos que mientras vivieron fueron cristianos ejemplares.8 Si insertamos esta idea en
el texto, su significado sería: ¿qué harán los que se bautizan por [el ejemplo de] los muertos, si en ningún modo resucitan?
¿Por qué, pues, se bautizan por [consideración a] los muertos? En este esquema, Pablo continúa enfatizando la doctrina de
la resurrección. Según esta nueva lectura, Pablo afirmaría que el bautismo, aun el de los que siguen el ejemplo de los santos
que han muerto, seria innecesario de no haber resurrección, pues sin ella toda esperanza es vana, y el bautismo carecería
de significado.
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Un pasaje difícil
Un pasaje difícil
Ciertamente, éste no es un pasaje sencillo. El comentador Adam Clarke consideraba que era el versículo más difícil del
Nuevo Testamento.2
Este pasaje suscitó muchísimas explicaciones. Algunos eruditos contabilizaban hasta treinta interpretaciones pero la mayoría
de ellas se pueden delinear en cuatro corrientes fundamentales:
1) Los que encuentran una solución enmendando y reconstruyendo el texto;
2) Quienes dan al versículo un significado metafórico, sosteniendo que su mensaje representa el sufrimiento y la aflicción,
y que no puede ser tratado literalmente.
3) También están los que toman el texto en su sentido más obvio, es decir, como que se refiere efectivamente a un bautismo
vicario por los difuntos, aclarando además, que ésta era una práctica herética surgida tempranamente; y
4) Quienes analizan este texto considerando posibles variantes de traducción del pasaje, enmarcándolo dentro del tema
de la resurrección.
Elementos que entran en juego en la interpretación del texto
Ninguna de las interpretaciones anteriores coincide con la idea de un bautismo vicario en favor de los muertos como una enseñanza
apostólica.
Este texto debe ser tratado según su contexto inmediato y teniendo en cuenta el hilo temático que desenvuelve Pablo en
1 Corintios 15: la resurrección. A su vez, toda posible interpretación debe ser extraída considerando el marco mayor que brinda
el sentido que tiene la carta a los Corintios, reparando en el pensamiento paulino que se revela en otros escritos, y armonizando
toda deducción con el pensamiento bíblico general.
Este marco mayor delinea un esquema dentro del cual debe producirse la deducción del significado del texto, considerando,
por supuesto, los aspectos lingüísticos y gramaticales como herramientas fundamentales de la búsqueda del significado. Escapar
a este marco nos puede llevar a ver ideas personales dentro del texto. o que finalmente nos impedirá conocer su significado.
Por otra parte, ese marco general que unifica el pensamiento de los autores bíblicos, sustenta los siguientes aspectos
que debemos tener en cuenta:
1. La salvación es por gracia, y la gracia es dada libremente por Dios al creyente, y el hombre se apropia de ese don
por medio de la fe (Efe. 2: 8). Pero no encontramos en la Biblia que un individuo pueda creer por otro, o convertirse por
otro o bautizarse por otro. Sin embargo, si es posible que el ejemplo de un guíe a un incrédulo. Pero recordemos que el hombre
no se salva en grupos, ni el uno por el otro. Dice Ezequiel: Noé, Daniel, Job... por su justicia librarían únicamente sus
propias vidas, dice Jehová el Señor (Eze. 14:14). Ningún miembro de iglesia del siglo primero pudo haber leído esta carta
(1 de Corintios) entendiendo que la fe de un creyente vivo pudiera ser reconocida como beneficiosa para un incrédulo muerto.
2. En ninguna parte de la Biblia se autoriza a practicar un bautismo en favor de los muertos.
3. El apóstol San Pablo no apoya dicha enseñanza. Incluso es difícil sostener que llegara a practicarse en los tiempos
de Pablo. De todos modos, la afirmación paulina no es más que una referencia incidental y no una validación doctrinal. Y obviamente,
una referencia no significa la autorización apostólica.
4. Por otra parte, bien sabemos que la Biblia enseña que esta vida es la única oportunidad con que contamos, y el destino
individual no puede, por lo tanto, optimizarse luego de la muerte (Ecl. 9:10).
5. Más allá de la muerte, el individuo entra en una etapa de inconsciencia y espera hasta el momento del regreso del Señor
(Ecl. 9:5; 1 Tes. 4:13-18). Estos últimos textos son determinantes, pues al estar inconscientes los muertos no pueden creer,
ni sentir, ni decidir.
Conclusiones
Conclusión
Pablo utiliza en 1 Corintios 15 una amplia y surtida gama de argumentos tomados de la praxis cristiana que, de concierto,
ilustran la segura confianza en la resurrección de los muertos.
1 Jeraid y Sandra Tarjner. Mcrmonisn,. Shadow o, Reaiiy? (Salt Lake ciw. Modem Microfilm cor,ipany, 1982>, pág. 451.
2 Adam Oiarke. Comentario de /e Santa Biblia (Kansas city. Casa Nazarena de Publicaciones. ~976>. pág. 424. Máximo Vicuña,
La resuaeccfln de los muertos (Buenos Aires, tesis doctoral presentada como requisito en el i.S.E.D.F.T., 1982>. pág. 136.
4 Fcschini, Those who are baptized ter tt,~ dead, 1 cori ¡5. 29 [Los que se bautizan por los muertos. 1 cor. 15: 291. Worcester,
1951, citado por Lorenzo Turrado. Bibüa comentada (Madrid, BiLlioteca de Autores cristianos, SA.. 1965>. t. 6, pág. 447.
nota 5.5 Francis D. Nichoi, editor Seventh-day4dvenhst Sitie commenta>y (Washington OC Re,iew & Herakd Pubhshing Associaticn,
1956>, t. 5. pág. 807. 6 Tertuliano, Contra Apion, V. 10. William E Arndt y F. Wiibur Oingrich. A Gwek-Englist? Lexicon
of 0w New Testament (Chicago. Tbe Univers,ty cl chicago Press, SSS). pág. 846. 8 Oleason L. Archer. Etcycfopedía of Sitie
Difticult,es lorand Rapids. Zonden>ari PubPishng House. 1982>. págs. 401, 402. ~19
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