Historia:
Tiene su origen en la creación:(Génesis 2:1-3), allí Dios decide bendecir y santificar a este día, tiene su origen antes
de que el pecado existiera, antes de que fuese necesario poner en marcha el Plan de Redención; y por ende antes de que los
sistemas de sacrificios se practicaran tanto por los patriarcas como por el pueblo judío, y en definitiva podemos decir que
su origen nada tiene que ver con el pueblo judío.
Abraham lo respeto: (Génesis 26:5), "Porque Abrahán oyó mi voz, y guardó mi precepto, mis Mandamientos, mis normas
y mis leyes".
Santificado por los Hebreos antes de la ley: Éxodo 16:21-30
Promulgado en la Santa Ley: (Éxodo 20:8-11)
Fue guardado por Jesús. (Lucas 6:4,6; 4:16 Marcos 1:21
Respetado por la virgen María: Lucas 23:56
Guardado por los Apóstoles: Hechos 13:14,44; 17:2; 18:4
Se respetará en el cielo: Isaías 66.22.23
No hay derecho a efectuar cambios, Dios es inmutable (Malaquías 3:6), Jesús es inmutable (Hebreos 13:8). Ni hombres
ni instituciones tienen derecho a efectuar cambios en la ley de Dios (Mateo 5:18,19; 15:6,9; Eclesiastés 3:14.
Es clara la enseñanza de que el cristiano debe guardar todos los mandamientos (Juan 14.15; 1Juan 2:4; Proverbios
28:9; Mateo 7:21).
Vigencia o Caducidad del Sábado:
Los que sostienen que el sábado llegó a su final, tratan de una forma desesperada de incluir el sábado o séptimo día,
dentro del grupo de las ceremonias y sacrificios que realizaban los judíos. Las diversas fiestas ceremoniales que a lo largo
del año realizaban los judíos, eran medios a través del cual Dios quería enseñar a su pueblo cómo es que Él (Dios) salvaría
a los suyos. Hebreos dice que éstas fiestas eran figura y sombra de las cosas celestiales (Hebreos 8:5); por ejemplo, el cordero
pascual simbolizaba a Cristo; el sacrificio del cordero era figura de la muerte de Cristo en el calvario.
También confunden intencionalmente o por desconocimiento el sábado semanal con los sábados ceremoniales. Levítico
23 menciona los sábados ceremoniales.
Los Sábados anuales: Además de los Sábados semanales (Lev.23:3), había siete sábados anuales de carácter ceremonial, repartidos
en el calendario religioso de Israel. Esos días de reposo, “además de los sábados de Jehová” (Lev.23:
38), eran:
1. El primero y últimos días de la fiesta de los panes sin levadura. Lev.23: 7,8.
2. El día de Pentecostés. Lev.23: 21.
3. La fiesta de la Trompetas. Lev.23: 24,25.
4. El Día de la Expiación. Lev.23: 26-28.
5. El primer y últimos días de la fiesta de los Tabernáculos. Lev.23: 35,36.
Por cuanto el cálculo de esos días de reposo dependía del comienzo del año sagrado, el cual estaba basado en el calendario
lunar, las celebraciones podían caer en cualquier día de la semana. Cuando coincidía con el sábado semanal, se conocían como
“días grandes” o “días de gran solemnidad” (Juan.19: 31). Los sábados anuales constituían
una parte integral del sistema judío de ritos y ceremonias instituidos en el monte Sinaí... los cuales apuntaban hacía el
futuro advenimiento del Mesías, y cuya observancia terminó con su muerte en la cruz.
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