Nuestro Señor Jesucristo definió su misión "yo he venido a buscar y salvar lo que se ha perdido", con sus actos
hizo realidad su misión; cuando estuvo a punto de ascender a los cielos para sentarse a la diestro de Dios, dejó la Gran Comisión
a sus discípulos de entonces y a los que vendríamos después, y es la misma misión "buscar y salvar lo que se ha perdido".
El objetivo de esta página es "preparar un pueblo para el encuentro con él".
EL CAMINO A CRISTO
La Naturaleza y la revelación a una dan testimonio del amor de Dios. Nuestro Padre Celestial es la fuente de vida, sabiduría
y gozo. Mirad las maravillas y bellezas de la naturaleza. Pensad en su prodigiosa adaptación a las necesidades y a la felicidad,
no solamente del hombre, sino de todos los seres vivientes. El sol y la lluvia que alegran y refrescan la tierra; los montes,
los mares y los valles, todos nos hablan del amor del Creador. Dios es el que suple las necesidades diarias de todas sus criaturas.
Ya el salmista lo dijo en las bellas palabras siguientes:
Los ojos de todos miran a ti,
Y tú les das su alimento a su tiempo.
Abres tu mano,
Y satisfaces el deseo de todo ser viviente.
Dios hizo al hombre perfectamente santo y feliz; y la hermosa tierra no tenía, al salir de la mano del Creador, mancha
de decadencia, ni sombra de maldición. La transgresión de la ley de Dios, de la ley de amor, fue lo que trajo consigo dolor
y muerte. Sin embargo, en medio del sufrimiento resultante del pecado se manifiesta el amor de Dios. Está escrito que Dios
maldijo la tierra por causa del hombre.
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