Dios el Espíritu eterno estaba activo con el Padre y el
Hijo en la creación, la encarnación y la redención. Él
inspiró a los autores de la Escritura. Él llenó la vida
de Cristo con poder. Él atrae y convence a los seres
humanos; y a los que responden a su llamado, los renueva
y transforma a la imagen de Dios. Fue enviado por el
Padre y el Hijo para estar siempre con sus hijos, y le
concede a la iglesia dones espirituales, la capacita
para dar testimonio a favor de Cristo, y en armonía con
las Escrituras, la lleva a toda la verdad
Génesis 1:1,2; Lucas 1:35; 4:18;
Hechos 10:38; 2 Pedro 1:21; 2 Corintios 3:18; Efesios
4:11,12; Hechos 1:8; Juan 14:16-18,26; 15:26,27; 16:7-13
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