Los Adventistas del Séptimo Día creen que el milenio
es el reinado de Cristo en el cielo con sus santos
durante mil años, entre la primera y la segunda
resurrección. Durante este tiempo los impíos muertos
serán juzgados; la tierra estará completamente
desolada, sin habitantes humanos, pero ocupados por
Satanás y sus ángeles. Al final, Cristo con sus
santos y la Ciudad Santa descenderán del cielo a la
tierra. Entonces resucitarán los muertos en pecado,
y junto con Satanás y sus ángeles rodearán la
ciudad; pero el fuego de Dios los consumirá y
purificará la tierra. Así el universo será librado
del pecado y de los pecadores para siempre.
Sucesos al Comienzo
del Milenio
Apoc.20:1-4 Durante el milenio la influencia de Satanás
será restringida.
El segundo Advenimiento: Los capítulos 19
y 20 de Apocalipsis van unidos, no hay interrupción
alguna entre ellos. Describen la venida de Cristo
(Apoc.19:11-21) e inmediatamente continúa con el
milenio; esta secuencia indica que el milenio comienza
cuando Cristo vuelve.
La primera resurrección: Apoc.20:6;
1Tes.4:16
Los justos van al cielo: Después de la
resurrección de los muertos justos, ellos y los santos
vivos serán arrebatados para recibir al Señor en el aire
(1Tes.4:17) Entonces se cumplirá la promesa del Señor
(Jn.14:2,3). Cristo no establecerá su reino de gloria en
la tierra en esta ocasión. Lo hará al fin del milenio.
Los enemigos de Cristo son ejecutados:
Cristo comparó su regreso con lo que sucedió en el
diluvio y en Sodoma y Gomorra (Mat.24:37-39;
Luc.17:28-30) Su comparación señala dos puntos: a) La
destrucción que vino tomó de sorpresa a los malos; b) lo
que vino fue destrucción. En su segunda venida Cristo
trae destrucción a la tierra (Apoc.19:21; Isa.26:21)
La tierra queda desolada:Por cuanto los
justos ascienden para estar con el Señor y los malos son
destruidos en el momento de su venida, la tierra queda
desolada. (Jer.4:23-25) El uso de la terminología de
Gén.1:2, que hace Jeremías, “desordenada y vacía” indica
que la tierra quedará tan caótica como estaba la
principio de la creación.
Satanás es atado: Apoc.20:2,3 Tal como en
el Día de la Expiación, que se realizaba en el santuario
terrenal, Cristo colocará los pecados de su pueblo sobre
Satanás, el originador e instigador del mal. Satanás
debe llevar la responsabilidad de todo el pecado que a
causado a los que son salvados. Y como el macho cabrío
era enviado a la tierra desabitada, así, Dios desterrará
a Satanás a la tierra desolada y vacía.
El término abismo que usa Juan (griego abussos) describe
en forma apropiada la condición de la tierra en esta
época. Afligida por las 7 plagas que preceden a la
segunda venida, y cubierta con los cuerpos de los
malvados, la tierra es una escena de terrible asolación.
Confinado a esta tierra, Satanás es “atado” por una
cadena de circunstancias. Satanás no tendrá a nadie para
tentar.
Sucesos Durante el
Milenio
1. Cristo en el cielo con los redimidos:
Apoc.15:3
2. Los santos reinarán con Cristo: Es
durante el milenio cuando Cristo cumple su promesa
de dar a los vencedores autoridad sobre las naciones
(Apoc.2:26; Dan.7:27; Apoc.20:4) Su reinado
consistirá en la participación de una fase
importante del gobierno de Cristo.
3. El juicio de los malos: Apoc.20:4 Este es el
tiempo del juicio de Satanás y sus ángeles que la
Escritura menciona (2Ped.2:4; Jud.6; 1Cor.6:2,3) El
juicio del milenio no decide quién se salvará o se
perderá. Dios hace esa decisión antes de la segunda
venida de Cristo. Es un juicio de confirmación, para
despejar cualquier duda que hubiera.
4. Tiempo de reflexión para Satanás: Durante el
milenio Satanás sufrirá en forma intensa. Será
forzado a ver los resultados de su rebelión contra
Dios y su ley. Sólo podrá mirar hacía el futuro con
temor por el terrible castigo que debe sufrir por
todo el mal que causó.
Sucesos al Fin del
Milenio
Apoc.20:5,7,9
1. Descienden Cristo, los santos y la ciudad: Cristo
desciende a la tierra para cumplir dos propósitos: a)
Terminar la gran controversia, ejecutando las decisiones
del juicio del milenio b) purificar y renovar la tierra
para poder establecer su reino eterno. (Zac.14:9)
2. La resurrección de la condenación: Jn.5:28,29;
Apoc.20:5.
3. Termina la cautividad de Satanás: Apoc.20.3,8
4. El ataque a la ciudad: Apoc.20:8,9 El hecho de que
los malos, tan pronto como Dios les da vida otra vez, se
vuelven contra él e intentan derribar su trono confirma
la decisión que él ha hecho acerca de su destino. En
esta forma su nombre y su carácter, que Satanás procuró
difamar, serán vindicados completamente ante todos.
5. El gran juicio del trono blanco: Apoc.20:11-15;
Luc.13.28 Cuando los enemigos de Dios hayan rodeado la
ciudad y estén listos para atacarla, Dios establecerá su
gran trono blanco. Para poder llevar a cabo esta fase
ejecutiva del juicio, los libros serán abiertos.
(Apoc.20:12; Rom.14:10; Fil.2:10,11;
Isa.45:22,23. El propósito
de este juicio es mostrar a toda la humanidad el por qué
de la paga de cada uno.
6. Satanás y los pecadores serán destruidos:
Apoc.20:9; 2Ped.3:7; Isa.34:8; 28:21; Apoc.20:10,15)
¿Qué del concepto de un infierno eterno?
a. Bíblicamente, el infierno es
“el lugar y el estado de castigo y destrucción, con
fuego eterno en la segunda muerte, para los que rechazan
a Dios”.
Algunas versiones de la Biblia con frecuencia usan la
palabra infierno para traducir la palabra hebrea seol y
el griego hades (sepulcro)
En contraste, la palabra griego geenna, que
algunas versiones del Nuevo Testamento también lo
traducen como infierno, no siempre tiene el mismo
significado.
Geenna se deriva del hebreo Ge Hinnom, “Valle de Hinom”.
Aquí Israel había perpetrado el rito pagano de quemar
niños a Moloc (2Crón.28:3; 33:1,6). Jeremías predijo que
por causa de este pecado el Señor haría de este lugar el
“Valle de la matanza”, donde los cuerpos de los
israelitas serían enterrados hasta que no hubiera lugar
para ellos. Los cuerpos restantes serían comida de las
aves del cielo (Jer.7:32,33, 19:6, Isa.30:33). La
profecía de Jeremías sin duda condujo a Israel a
considerar Ge Hinnom como un lugar de juicio para los
malos, un lugar de aborrecimiento, castigo y vergüenza.
Más tarde la tradición rabínica como un lugar para
quemar animales muertos; y basura.
Jesús usó los fuegos de Hinom como representación del
fuego del infierno (Mat.7:25; 18:9). De modo que los
fuegos de Hinom simbolizan el fuego consumidor del
último juicio. El declaró que era una experiencia que
iba más allá de la muerte (Luc.12:5) y que el infierno
destruiría tanto el cuerpo como el alma (Mat.10:28)
b. El destino de los malos:
Rom.6:23; Sal.37:9,20,34; 68:2; Mal.4:1; Mat.13:30,40;
2Ped.3:10; Sal.145:20; 2Tes.1:9; Heb.2:14; Sal.104:35
c. Castigo eterno: Para siempre,
eterno (griego: aionios) Su significado es determinado
por el objeto que lo modifica. Cuando se refiere a Dios,
quiere decir que él posee existencia infinita; pero
cuando se refiere a los seres humanos o cosas
perecederas, significa mientras la persona viva o
exista. Por ejemplo: Jud.7; 2Ped.2:6; Jer.17:27;
2Crón.36:19) Del mismo modo cuando se habla del castigo
eterno de los malos, el fuego se apagará sólo cuando ya
no quede nada más por quemarse. (Mat.25:41,46; 3:12)
Cuando la Biblia habla de redención eterna (Heb.9:12) y
de juicio eterno (Heb.6:2) se refiere a sus resultados
eternos.
d. Atormentados por los siglos de los
siglos: Apoc.14:11, 19:3; 20:10. Un ejemplo para
entender este pasaje lo hallamos en Isa.34:9,10 donde
habla sobre la destrucción de Edom. Otros ejemplos
Éxo.21:6; 1Sam.1:22; Filemón.15. La Biblia deja en claro
que el castigo, no el acto de castigar, es eterno.
e. El principio del castigo: La
muerte es la pena final del pecado. Cada quien sufrirá
de acuerdo a la luz que haya tenido (Luc.12:47,48) Lo
que sembramos cosecharemos. En la presencia de Dios, la
culpa que sienten por causa de los pecados que han
cometido les hará sentir una agonía indescriptible. Y
mientras más sea la culpa, mayor será la agonía.
Satanás, el instigador y promotor del pecado, sufrirá
más que todos.
7. La purificación de la tierra: 2Ped.3:10. El
fuego que destruye a los malos purifica la tierra de la
contaminación del pecado. De las ruinas de esta tierra
Dios creará un cielo y una tierra nueva (Apoc.21:1,4;
22:3) Todas las secuelas del pecado serán destruidas
para siempre.
El pecado no se volverá a levantar por que el Señor no
tomará venganza dos veces de sus enemigos (Nah.1:9)
Por cuanto todos los pecadores han de ser destruidos, el
señor nos invita a vivir santa y piadosamente
(2Ped.3:11,13,14).