Creencias Fundamentales De La Iglesia Adventista Del Séptimo Día

26. La Muerte Y La Resurrección

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26 La Muerte y la Resurrección

 

Los Adventistas del Séptimo Día creen que la paga del pecado es muerte. Pero sólo Dios, que es inmortal, otorgará la vida eterna a sus redimidos. Hasta ese día la muerte es un estado de inconsciencia para toda la gente. Cuando Cristo, que es nuestra vida, aparezca, los justos resucitados y los justos vivos serán glorificados y alzados para encontrarse con su Señor. La segunda resurrección, la de los impíos, sucederá mil años después.

 

 

 

La inmortalidad y la Muerte

 

La inmortalidad es un estado o calidad de no estar sujeto a la muerte.

 

La inmortalidad: Dios es inmortal (1Tim.1:17; 6:16) Dios no es un Ser creado, tiene existencia propia, y no tiene comienzo ni fin.

 

Lo contrario de Dios los seres humanos son mortales. (Sal.78:39; Job14:12)

 

Inmortalidad condicional: La creación nos revela que el hombre obtuvo vida de Dios (Gén.2:7; Hech.17:25,28; Col.1:16,17). El corolario de este hecho básico es que la inmortalidad no es un atributo humano sino un don de Dios. La inmortalidad del hombre dependería de su obediencia (Gén.2:17)

 

La muerte: la paga del pecado: Gén.3:4; Rom.6:23; Gén.3:19. La sentencia dada como consecuencia de la desobediencia no apunta a la continuación de la vida sino a su terminación. Ahora se habían convertido en mortales sujetos a la muerte. Y como Adán no podía transmitir lo que ya no poseía, “la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Rom.5:12)

 

Esperanza para la humanidad: Aunque la gente nace siendo mortal, la Biblia nos anima a buscar la inmortalidad (Rom.2:7). Jesucristo es la fuente de esa inmortalidad( Rom.6:23; 1Jn.5:11; 2Tim.1:10: 1Cor.15:22; Jn.5:28,29; 3:16)

 

La recepción de la inmortalidad: Pablo describe el momento cuando se otorga el don de la inmortalidad (1Cor.15:51-54) Esto deja claro que Dios no otorga la inmortalidad en el momento de la muerte, sino en el de la resurrección. En vida recibimos el don de la vida eterna (1Jn.5:11-13) este don se implementará cuando Cristo regrese.

 

La Naturaleza de la Muerte

 

La muerte es un sueño: La muerte no es una aniquilación completa, es solamente un estado de inconsciencia temporal mientras la persona espera la resurrección. La Biblia la llama un sueño. (1Rey.2:10; 11:43; 14:20,31; 15:8; Job14:111110-12; Sal.13:3; Jer.51:39,57; Dan.12:2; Mat.9:24; Jn.11:11-14; Mat.27:52; Hech.7:60; 1Cor.15:51,52; 1Tes.4:13-17; 2Ped.3:4).

 

Veamos la siguiente comparación:

   1. Los que duermen están inconscientes (Ecl.9:5)

   2. Durante el sueño los pensamientos conscientes cesan (Sal.146:4)

   3. El sueño pone fin a todas las actividades del día (Ecl.9:10)

   4. El sueño nos desliga de los que están despiertos y sus actividades (Ecl.9:6)

   5. El sueño normal deja inactivas las emociones conscientes (Ecl.9:6)

   6. Durante el sueño los seres humanos no alaban a Dios (Sal.115:17)

   7. El sueño anticipa un despertar (Jn.5:28,29)

 

 La persona vuelve al polvo: La Biblia presenta a una persona como una unidad orgánica. A veces usa la palabra alma para referirse a toda la persona, y en otras ocasiones a los afectos y emociones. Pero no enseña que el hombre está compuesto de dos partes separadas. El cuerpo y el alma sólo existen juntos; forman una unión inseparable (Gén.2:7) Adán no recibió un alma, sino que llegó a ser un alma. En la muerte sucede todo lo contrario; el polvo de la tierra menos el aliento de la vida deja a una persona muerta o a un alma en estado de inconsciencia (Sal.146:4). Los elementos que componen el cuerpo vuelven a la tierra del cual fueron formados (Gén.3:19). El alma no tiene existencia consciente fuera del cuerpo, y ningún escrito indica que en la muerte el alma sobrevive como una entidad consciente, de manera que muere (Eze.18:20)

 

El lugar de los muertos: Antiguo Testamento: Seol (Hebreo), el Nuevo Testamento: Hades (Sepulcro) lugar a donde los muertos van. Todos los muertos van a este lugar (Sal.89:48), tanto justos como malos (Gén.37:35; Núm.16:30)

 

El seol recibe a la persona completa en su muerte. Cuando Cristo murió fue a la tumba (hades Hech.2:27,31; o seol, Sal.16:10). Sal.30:3 David al ser sanado dijo que su alma había sido librado del seol.

 

Allí estarán hasta el fin (Apoc.20:13)

 

El espíritu vuelve a Dios: Ecl.12:7 Esto sucede tanto a justos como a malos.

Muchos piensan que este texto da evidencia de que la esencia de la persona continúa viviendo después de la muerte. Pero en la Biblia el término espíritu ni en hebreo ni en griego (ruach y neuma) se refiere a una entidad inteligente capaz de una existencia consciente fuera del cuerpo. más bien estos términos se refieren al aliento o la chispa de la vida esencial para la existencia individual, el principio de vida que acciona a los animales y a los seres humanos. (Ecl.3:19-21) De modo que según Salomón, en la muerte no hay ninguna diferencia entre el espíritu del hombre y el de los animales.

 

La declaración de Salomón que el espíritu (ruach) vuelve a Dios que lo dio indica que lo que vuelve a Dios es simplemente el principio de vida que el impartió. Este ruach equivale al “aliento de vida” que Dios sopló al primer ser humano para accionar su cuerpo sin vida.

 

Armonía mediante las Escrituras: El estudio cuidadoso de la Sagrada Escritura revela que la enseñanza insistente de la Biblia es que la muerte causa la cesación de la conciencia.

 

El espiritismo: Si los muertos están completamente insensatos, entonces, ¿con qué, o con quién se comunican los médiums espiritistas?

 

   1. La base del espiritismo: El espiritismo se originó con la primera mentira de Satanás a Eva (Gén.3:4). Sus palabras fueron el primer sermón sobre la inmortalidad del alma. Para muchas religiones la declaración de Ezequiel 18:20 ha sido invertido por “el alma, aunque pecare, vivirá eternamente”

 

   2. Advertencia contra el espiritismo: La Biblia prohíbe firmemente cualquier intento de comunicarse con los muertos o el mundo espiritista. Declara que los que dicen comunicarse con los muertos, como los médiums espiritistas lo hacen en la actualidad, realmente se están comunicando con “espíritus familiares” que son “espíritus de demonios”. El dijo que estas actividades eran abominables (Lev.19:31; 20:17; Deut.18:10,11; Isa.8:19,20)

 

   3. Manifestaciones del espiritismo: La Biblia registra diversas manifestaciones del espiritismo, pero a todas ellas las condena. 1Sal.28:3-25 Esta sesión no le produjo ninguna esperanza a Saúl, sino profunda depresión. Al día siguiente se suicidó (1Sam.31:4). Sin embargo, el así llamado Samuel había predicho que en ese día Saúl y sus hijos estarían con él (1Sam.28:19). Si tenía razón, tendríamos que llegar a la conclusión que después de la muerte el desobediente Saúl y el justo Samuel moraron juntos. Por lo cual podemos concluir que un agente satánico era el que se manifestó.

 

   4. El engaño final: Al profesar su aceptación de Cristo y de la Biblia, el espiritismo ha llegado a ser un enemigo peligroso para los creyentes. Sus efectos son sutiles y engañosos. Los espiritistas hacen hincapié en el amor como si fuese atributo principal de Dios, pero lo rebajan hasta hacer de él un sentimentalismo enfermizo y hacen poco distinción entre el bien y el mal. La justicia de Dios, su reprobación del pecado, las exigencias de su santa ley, todo eso lo pierden de vista. Ante nosotros está la hora de prueba (Apoc.3:10; 16:13,14; 13:13,14)

 

La primera y segunda muerte: La segunda muerte es el castigo final para los pecadores que no se arrepienten. De esta muerte no hay resurrección (1Cor.15:26; Apoc.20:14; 21:8). Para el que vence esta la promesa (Apoc.2:11). La primera muerte es la consecuencia de la transgresión de Adán.

 

La Resurrección

 

La resurrección es “la restauración de la vida, después de la muerte, junto con la plenitud de su ser y su personalidad”. Es la esperanza del cristiano (Job14:13-15; 19:25-29; Sal.49:15; 73:24; Isa.26:19; 1Cor.15)

 

La resurrección de Cristo: La resurrección de Cristo está íntimamente relacionado con la nuestra.

 

   1.Su importancia:

  • a) No habría razón para predicar el evangelio (1Cor.15:14)

  • b) No habría perdón para nuestros pecados (vers.17)

  • c) No tendría ningún propósito creer en Jesús (vers.17)

  • d) No habría una resurrección general de los muertos (vers.12)

  • e) No habría esperanza más allá de la tumba (vers.17,18)

  

     2. Una resurrección corporal: Luc.24:13-27,39,43; Jn.20:14-18

 

    3. Su impacto: Transformó a ese grupo de hombres débiles y atemorizados en apóstoles valientes dispuestos a hacer cualquier cosa por su Señor (Fil.3:10,11; Hech.4:33; 17:6; 1Ped.1:3; Hech.1:22,31; 4:33; 23:6; 24:21Rom.1:4; 6:4,5

 

Las dos resurrecciones: Jn.5:28,29; Hech.24:15. Los mil años separan estas dos resurrecciones (Apoc.20:4,5)

 

   1. La resurrección de vida: Los que sean levantados en la primera resurrección son los benditos y santos (Apoc.20:6; Jn.5:29; 1Cor.15:52,53) Se llevará a cabo en la segunda venida (1Cor.15:22,23; 1Tes.4:15-18) Los que la experimenten no podrán morir más (Luc.20:36). Como Cristo, los santos resucitados, tendrán cuerpos reales. Y como Cristo se levantó glorificado, así también saldrán los justos (Fil.3:21; 1Cor.15:42-54)

 

   2. La resurrección de condenación: Los injustos serán levantados en la segunda resurrección general, la cual sucederá al final de los mil años. De esta resurrección se procede al juicio final y a la condenación (Jn.5:29; Apoc.20:14,15)

 

Todos pueden escapar de esta terrible condenación (Eze.18:30-32)

 

Cristo promete que el vencedor no sufrirá el daño de esta segunda muerte (Apoc.2:11).

 

La invitación está dada, los caminos señalados, nos toca decidir a nosotros.

 

 

 

 

 

 

Creencias fundamentales de la I.A.S.D.